Nicola Minervini consultor de Internacionalización ha publicado en
la revista Diario del exportador un artículo sobre la ‘’Guía práctica y
sencilla de cómo NO EXPORTAR’’, y nos habla de la cantidad de información que
hoy en día se puede conseguir para saber cómo hay que exportar y la poca
información que hay de cómo saber ‘NO EXPORTAR’, es decir, lo que no hay que
hacer, ya que comenta que la mayoría de gente suele contar ‘lo bonito’ y los
logros que exportar supone, que la dificultad que conlleva.
Nos cuenta, a través de 20 puntos, sus experiencias y la de sus
clientes.
Nos expresa, que las empresas que quieren internacionalizar su
empresa no tienen en cuenta a la hora de vender sus productos y preguntas que
se deben hacer.
v
Pensar en exportar solo cuando el
mercado interno está en crisis.
Como
bien dice, la exportación no es la salida a la crisis, ya que no debe de ser la
exportación una casualidad sino una forma para expandir su producto.
v
No considerar los aspectos
culturales de los diversos países, no siendo eficaz con la comunicación.
Esencial, pero no nos damos cuenta o no le damos importancia y la
comunicación es la base de comenzar con un nuevo proyecto. Si vamos a exportar
nuestro producto a un país que no es el nuestro, ¿cómo no conocer su cultura?,
eso puede llevarnos a un negocio
fraudulento por tan solo el lenguaje, o la alimentación, la religión, etc.
v
No invertir en
capacitación su propio equipo, no pensar en innovación.
Si vamos a exportar nuestro producto, debemos de tener en cuenta
que nuestro equipo va ser el 90% de que salga bien o salga mal. Debemos tener
personas muy especializadas e invertir más internamente en la empresa, para
luego poder seguir creciendo.
v
Cambio constante del jefe
de exportación.
Principalmente
da muy mala imagen a la empresa. Sobre todo porque los clientes, depositan una
confianza en la persona encargada de ese departamento, creyendo que van a estar
en contacto siempre con él o para que les solucione cualquier problema que le
han expuesto y que les atienda una persona diferente, deja descontentos a los
clientes y eso puede crear dudas y desconfianza por nuestro empresa al cliente.
v
No tener paciencia y
perseverancia: pensar obtener resultados a corto plazo.
El principal problema, en mi humilde opinión, querer resultados
rápidos y pensar que por exportar vamos a explotar nuestro producto y las
ganancias van a ser al instante. La paciencia es fundamental y más
exportando tu producto a un país que desconoces a priori.
Tenemos que comprender que no será fácil, medianamente lento y se
necesitará mucha investigación, pero pensar que vamos a obtener beneficios
rápido es estar soñando, eso nos llevara a fracasar o tirar la toalla antes de
tiempo.
Estos son puntos que he querido reflejar con preguntas y
respuestas que a lo largo de su vida y experiencia, Nicola nos ha querido
transmitir, con esto nos ayuda a mejorar y a ser más realistas y no pensar que
es un camino de rosas y que todas las empresas han tenido buenas experiencias,
al contrario, de las malas, han aprendido a saber que no hay que hacer.
Opinión personal
Estoy a favor de la exportación, sí. Pero también depende mucho de
la empresa y del producto. Teniendo en cuenta muchos factores, los objetivos de
futuro que tenga la empresa, su producto ya que es muy importante analizar
absolutamente todo. Investigar el mercado y pensar siempre a largo plazo.
También pienso que hay que conocer el país donde se va a exportar nuestro
producto, viajar allí, investigar y conocer su cultura, tradiciones,
religiones. También ser realistas y saber de cuento dinero disponemos y si eso
nos va a ayudar a crecer o empeorar. Pero pienso que siempre es bueno arriesgar
e lanzarse hacia un nuevo proyecto, pero siempre con los pies en el suelo y
como nos comentaba Nicola, pensando que no va a ser fácil ni todo es tan bonito
como lo pintan, cuesta mucho pero todo esfuerzo tiene su recompensa.
Referente al artículo, me ha gustado mucho y es una muy buena
forma de ayudar a la gente que quiera exportar.
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