Opinión
personal del ‘post’: http://www.euribor.com.es/noticias/2015/09/17/africa-el-continente-olvidado-como-oportunidad-de-inversion/
El artículo presenta una serie de argumentos, casi
todos ellos positivos, presentando a África como una oportunidad de negocio
para las economías avanzadas. Hace referencia a la riqueza en materias primas
que tiene el continente lo cual es la base de las actuales relaciones
comerciales de África con el resto del mundo pero lo novedoso del enfoque es
visualizar a África no sólo como exportador de materia prima sino también como una
nueva zona en la que las empresas de los países desarrollados basen y localicen
su producción. Se sugiere la idea de que África se convierta en el nuevo ‘sudeste asiático’ ahora que allí la
situación económica y social local está mejorando (ascenso de salarios y más
derechos laborales) y a las compañías occidentales ya no les resulta tan barato
producir allí. En apoyo de esta tesis tenemos factores como que muchos países
africanos ya llevan casi una década creciendo a cotas en torno al 6% anual con
lo cual es una economía que ya está en marcha y ya tiene cierta inercia. Además
es rica en materias primas (40% reservas mundiales de oro, 30% reservas
minerales mundiales, 10% reservas mundiales de petróleo y gas), y tiene un
potencial enorme en el sector agrícola (60% de las tierras cultivables del
planeta) y un gigantesco margen de mejora ya que sólo un 10% de esas tierras
están actualmente cultivadas. Además también poseen dos características que
todas las economías emergentes presentan: una gran extensión territorial y
sobretodo una enorme población de más de 1.000 millones de habitantes y además
muy joven.
Con todo lo anterior es cierto que se puede pensar
en África como la nueva China, pero
en mi opinión no son fenómenos comparables. Los países africanos no están
cohesionados, no trabajan juntos en proyectos internacionales, ni siquiera han
conseguido crear un comercio interno entre ellos mismos que podría ser la clave
para mejorar significativamente sus economías y su futuro. Hay una gran
cantidad de conflictos armados entre países pero también entre etnias de un
mismo país, problemas de terrorismo, estados fallidos, gobiernos
intervencionistas, pseudodemocracias, dictaduras ‘perfectas’, etc. Además
existe una diferencia abismal con los países asiáticos y son las
infraestructuras. En Asia encontramos los mejores puertos del mundo en cuanto a
tamaño y sobre todo a explotación y en África se encuentran algunos de los
peores. También podríamos reflexionar sobre algo que aunque no es tangible es
posible que haya tenido importancia en los costes de producción asiáticos y es
que en África, y tal vez en ninguna parte del mundo, no existe la misma cultura
del trabajo y el sobresfuerzo que en los países asiáticos y principalmente en
China.
País
elegido: ETIOPÍA
Basándome en un estudio
del diario “The Economist” (tabla superior) he pensado en Etiopía ya que lleva
15 años creciendo a una media en torno al 8% anual.
No obstante hay que
tener en cuenta que Etiopía venía de un nivel muy bajo y eso explica en parte
ese crecimiento tan rápido de su PIB pero es un hecho que el país ya no tiene
nada que ver con esa imagen de guerra y hambruna de los años 90.
Niños de la aldea de Jinka |
Además me
parece un ejemplo interesante porque no basan su enorme y sostenido crecimiento
en el petróleo y las materias primas sino en el desarrollo de su agricultura,
en los servicios, la inversión pública y algo muy esperanzador como el consumo
privado. Tienen a China como su mayor inversor (más de 150 proyectos chinos en
el país sobre todo en materia de infraestructuras) y a la UE, la propia China, Arabia Saudí y
Suiza como principales aliado comerciales, además de estar fomentando un comercio
interior significativo con Somalia. Un elemento básico también es la ayuda
internacional ya que los donantes extranjeros inyectan en la economía etíope
una media de unos 3.800 millones de dólares anuales (Fuente: Banco Mundial).
Por otro lado Etiopía
no tiene hidrocarburos con lo cual es energéticamente dependiente y aunque el
precio del petróleo está bajando y su cuenta de exportaciones es muy buena aún
así tienen problemas con el déficit comercial.
Negativo para el
comercio es la gran corrupción que hay en el sistema político y burocrático.
En cuanto a las
condiciones de trabajo, los sueldos son muy bajos y las jornadas de trabajo muy
exigentes. Además los trabajadores etíopes no gozan de buenos derechos
sociales. Tristemente todo esto pueden ser buenas noticias para las empresas
que quieran deslocalizar su producción de Europa a Etiopía, aunque también lo
serían para Etiopía en términos de trabajo y crecimiento económico.
Si por ejemplo quisiéramos
exportar maquinaria agraria, ya que el gobierno etíope quiere transformar el
sector de agricultura artesanal a industrial y necesitan maquinaria extranjera,
tendríamos que pagar un arancel del 10%
(ICEX).
En la página del CESCE
obtenemos que su situación política es estable, la economía interna es
favorable y estable, y la economía exterior es estable pero desfavorable. Aún
así creo que sería buena elección el invertir allí seleccionando bien el sector
(industria agrícola, turismo, infraestructuras).
Cataratas del Nilo Azul |
De la Secretaría de
Estado de Comercio de España obtenemos, de uno de sus informes, los siguientes
impedimentos al comercio con Etiopía:
“Actualmente la escasez de divisas es la primera barrera
para la importación en Etiopía. El régimen de importación es bastante estricto:
los importadores deben solicitar un permiso de importación que les permitirá adquirir
las divisas necesarias, canalizar la operación
a través de un importador registrado como importador oficial y obtener una carta
de crédito por el 100% de la operación comercial antes de poder realizar un pedido.
Las empresas de la UE se quejan de que hace algunos años se podía operar a través
de pago contra entrega de documentos, mientras que hoy sólo el 15% de los pagos se realizan de esta manera.
Muchas empresas evitan contratos con las agencias gubernamentales o empresas públicas
ya que en caso de no recibir compensación por variaciones de tipo de cambio o devaluación,
la demanda tiene escasa probabilidad de éxito,
por la dependencia del sistema judicial del gobierno.
Las
autoridades etíopes de aduanas a menudo identifican supuestos bajo-costes debido
a que para los productos importados dentro de una misma categoría se considera como
precio de referencia el más alto de un período específico, de manera que no tienen
en cuenta que el precio varía en relación con la calidad, el mercado de origen y
otros factores.
La incertidumbre de las operaciones se prolonga porque las autoridades
chequean también operaciones de años anteriores. Actualmente los tiempos medios
de importación y exportación son de 44 y 42 días respectivamente. Para facilitar
este proceso la Autoridad Etíope Aduanera está elaborando una modificación
a las regulaciones aduaneras, cuyo borrador se prevé esté listo en breve. Etiopía
sigue manteniendo un régimen de inspecciones de preembarque (PSI). La empresa suiza
SGS (Société Générale de Surveillance) es la que fue asignada por el Gobierno etíope
para llevar a cabo esta inspección. Serán susceptibles de inspección todos los envíos
cuyo valor FOB sea superior a 2.000 dólares americanos, con excepción de alimentos
frescos, fertilizantes, petróleo, metales preciosos, obras de arte y todos los productos
que constituyan donaciones de otros países u organizaciones internacionales.
Etiopía
ha introducido un sistema armonizado de clasificación de bienes y la importación
de bienes y servicios está generalmente sujeta al pago de aranceles, que oscilan
entre el cero y el 35%. Además del arancel, se aplica una tasa del 3% sobre el valor
CIF de la mercancía, que se reduce al 2% en el caso de ONG’s, agencias gubernamentales
e instituciones privadas sin ánimo de lucro.
Una serie de productos, tanto fabricados localmente como importados, están sujetos
al pago de impuestos especiales que varían entre
el 10% y el 100%. La incertidumbre legal y económica
y el comportamiento arbitrario de las autoridades etíopes hace difícil identificar
los problemas para pedir soluciones concretas.
En este momento el Gobierno etíope está redactando una nueva ley sobre aduanas,
cuyo principal objetivo es agilizar los procesos de importación y exportación de
24 bienes y así eliminar los cuellos de botella que se producen en las aduanas etíopes”.
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